Bundt Cake de limón, mascarpone y arándanos

Buenas, chicos.

Hacía ya días que tenía ganas de estrenar el molde para bundt cakes que me compré hace unas semanas. En realidad no es ninguno muy especial. Últimamente los dineros se me han ido en libros más que material… pero lo importante era ver cómo se hacía la cocción del bizcocho. Y ya puedo decir que ha sido excelente.

Dejando de lado el glaseado, que no me quedó demasiado hermoso porque me quedé corta de azúcar glacé en casa, el bizcocho quedó tierno, húmedo y con un intenso sabor a limón.

La receta la hice aplicando variaciones a una básica de bundt cake de limón. Lo que sí que hice fue seguir los consejos de El Rincón de Bea para evitar en la medida de lo posible fracasar en el intento.

Y creo que me sirvieron muy bien 🙂

Lo que hice con esta receta fue reducir las cantidades de harina y azúcar y añadir mascarpone. Eso repercutió en añadir 10 minutos al tiempo de horneado, pero el resultado valió la pena.

Os paso los ingredientes para 1 bizcocho:

– 200 gr de mascarpone
– 250 gr mantequilla
– 250 gr de harina
– 200 gr de azúcar
– 100 gr de arándanos deshidratados
– 4 huevos medianos
– el zumo de 1 limón
– ralladura de 2 limones
– 1 cucharada de levadura química
– 1/2 cucharadita de bicarbonato

Preparación:

Lo primero que haremos es rehidratar los arándanos. Para ello pondremos un poco de agua un poco caliente (no hirviendo) en un tazón con los arándanos dentro y los dejamos unos 30 minutos.

La mantequilla, los huevos, el queso y los limones tienen que estar a temperatura ambiente. Si no, corremos peligro de que la mezcla se corte por cambios en la temperatura. Así que lo sacamos todo de la nevera con suficiente antelación.

Ya con todo lo anterior preparado nos ponemos con la mezcla para el bizcocho. Utilizaremos las varillas para esta mezcla. Llevamos al bol de la batidora la mantequilla junto con el azúcar. Lo batimos a velocidad alta hasta que la mezcla sea cremosa y blanquecina. Una vez así le añadimos el mascarpone y lo seguimos batiendo. Le añadimos también el zumo de limón y la ralladura y lo mezclamos hasta que la mezcla sea homogénea y cremosa. Batimos muy poco los huevos uno por uno y los vamos añadiendo a la mezcla.

Ahora nos ponemos con los elementos secos. Mezclamos en un bol la harina con el bicarbonato y la levadura. Cambiamos en la batidora las varillas por el accesorio de mariposa y bajamos la velocidad a media. No debemos batirla mucho, sólo hacer que esté toda la harina bien incorporada.

Por último secamos los arándanos, los pasamos por un poco de harina y los añadimos a la mezcla.

Preparamos el molde. Para ello derretimos un una cucharada de mantequilla y nos aseguramos de engrasarlo bien. Yo dejé que enfriase un poco la mantequilla para que quedase una buena capa engrasada.

Precalentamos el horno a 170ºC.

Vertemos la mezcla en el molde desde un lado, poniendo un paño bajo el molde y sacudiéndolo un poco para que se reparta bien.

Pondremos el molde sobre la rejilla y lo llevaremos a cocción durante unos 70 minutos o hasta que pinchando con una brocheta de madera ésta salga limpia.

Yo lo que hice fue poner un papel de aluminio sobre el molde a media cocción para asegurarme de que no se tostaba demasiado.

Cuando lo saquemos lo dejamos reposar unos 10 minutos y, pasado ese tiempo, lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez frío lo acabamos con un glaseado de limón, hecho con azúcar glacé y zumo de limón. No os quedéis cortos o puede que os pase como a mí, que el remate dio un poco de penita 😉

Espero que os guste, aunque las fotos no me hayan salido muy lucidas 🙂

¡Que aproveche!