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Panecillos de Cerveza Negra y Cebolla Dorada

Panecillos de cerveza negra y cebolla dorada

Hoy toca pan. Panecillos individuales, en este caso, y con un rico toque.

Para hacerlos he usado la receta del pan de cerveza que hice hace un tiempo pero cambiando a cerveza negra, al que he añadido un poco de cebolla dorada a fuego lento. Una combinación que ha quedado la mar de rica, por la combinación del poco de sabores amargo y tostado que deja la cerveza y el dulzor de la cebolla.

Vamos con la receta.

Ingredientes para 6-8 panecillos:

  • 250 gr de harina de fuerza
  • 250 gr de harina floja
  • 310 ml de cerveza negra
  • 2 cucharaditas de sal
  • 1 sobre de levadura seca de panadería
  • 1 cucharada de miel
  • 4 cebollas dulces (en este caso, de Figueres)
  • aceite de oliva
  • sal y harina de más

Preparación de la cebolla dorada:

1.- Pelamos y cortamos las cebollas en juliana pequeña.

2.- Ponemos una sartén con aceite de oliva cubriendo todo el fondo a fuego mínimo. Incorporamos la cebolla con un poquito de sal y la dejamos así durante aproximadamente 1 hora, hasta que esté bien dorada y blandita. Si vemos que se empieza a tostar pronto será porque tenemos el fuego más alto de lo que debemos o porque falta aceite, en cuyo caso añadiríamos un poco más.

3.- La escurrimos con un colador y la dejamos enfriar.

Panecillos de cerveza negra y cebolla dorada

Preparación de los panecillos:

1.- Para amasado a mano. Templamos un poco la cerveza poniéndola unos segundos en el microondas a media potencia y le añadimos la miel y la levadura. Dejamos reposar.

Sobre la mesa de trabajo formamos un volcán con las harinas mezcladas y la sal. Añadimos la cerveza poco a poco y vamos mezclando con los dedos hacia el centro del volcán hasta incorporarla toda. Amasamos enérgicamente hasta que la masa sea elástica y resistente, durante 10 o 15 minutos.

Pasamos la masa a un bol, lo tapamos y la dejamos levar hasta que doble el volumen, entre 60 y 90 minutos.

En panificadora. Ponemos primero los elementos líquidos (cerveza y miel) y, luego la harina, la sal y la levadura, y ponemos en marcha el programa de amasado. Añadiremos la cebolla dorada en el momento en que la panificadora nos avise de que podemos añadir los extras.

2.- Si hemos amasado a mano, añadimos ahora la cebolla a la masa y la amasamos un poco hasta incorporarla bien.

3.- Dividimos la masa en 6 o 8 partes iguales. Les damos forma, haciendo primero una bola con cada porción y luego estirándola un poco con los dedos si lo que queremos son barritas.

4.- Preparamos la placa para el horno o e molde para barras si lo tenéis, lo espolvoreamos con un poco de harina y colocamos las barritas por encima dejando espacio suficiente entre ellas para que doblen el volumen de nuevo. Les hacemos unos cortes en la parte superior y espolvoreamos con un poco más de harina. Dejaremos reposar en un lugar cálido entre 60 y 90 minutos más.

5.- Precalentamos el horno a 225ºC y colocamos un recipiente con agua en la parte baja.

6.- Llevamos los panecillos al horno durante 14 minutos, los 2 últimos con ventilador si tenemos.

7.- Dejamos enfriar los panecillos sobre una rejilla. Ya están listos para comer.

¡Que aproveche!

1 comentario

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  2. Inma says

    Otro pan , yuhuuuu. Cada vez me gusta más prepararlo en casa. Tu receta me encanta . Y ya sabes , guardadita queda 🙂
    Besitos !

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  3. ¡Qué rico! Me encanta esta receta, tiene que estar para morirse.
    Todavía no me atrevo mucho con las masas, es una de mis tareas pendientes dentro de la cocina. A ver sí me animo y sigo tu receta 🙂
    Besos.

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    • Yo me animo más con las masas desde que me compré la panificadora. Te hace la mitad del trabajo, y puedes estar con otras cosas mientras se hacen los primeros pasos.
      Es un buen comienzo 🙂
      Besos

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  4. Maribel says

    Tiene que estar espectacular, la cebolla y la cerveza negra, umm me imagino ese sabor peculiar a cebolla que me encanta, y que rico esta el pan de casa xDD

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  5. Hay veces en que los astros nos son propicios: me he quedado sin pan, estoy a punto de salir y aprovecharé para comprar cerveza negra -que no tengo-. Después tengo una ratillo libre para hacer lo que más me apetezca, como por ejemplo pan de cerveza, que nunca he probado y ya va siendo hora 😉 En nada te cuento como me ha ido 😉 Un beso Mònica!

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